Como se mencionó anteriormente, la causa de la tos puedeser tanto un virus como un daño mecánico en la laringe o la tráquea (por ejemplo, gritos). En la segunda opción, tomar un antibiótico para la tos es absolutamente inútil. En estos casos, se utilizan emolientes de base natural (piruletas, leche con miel, infusiones). Los medicamentos fuertes no solo no brindan el alivio esperado, sino que también pueden ser dañinos para el hígado, el estómago y otros órganos, causando disbiosis y reacciones alérgicas. Por lo tanto, queda claro que tomar un antibiótico para la tos es necesario solo si la causa de su aparición es una infección del tracto respiratorio con virus y bacterias. Traqueitis, neumonía, pleuresía, bronquitis: esta no es la lista completa de enfermedades respiratorias con flora bacteriana. A menudo, solo un análisis puede determinar la naturaleza de la tos.
Al prescribir antibióticos para la tos, los médicos primero determinan la susceptibilidad de los microorganismos patológicos a su composición.
Según este factor, las drogas se dividen en varios grupos principales:
Como se mencionó anteriormente, un antibiótico para la tosdesignado solo después del análisis de la flora bacteriana. ¿Qué hacer si por alguna razón es imposible hacerlo? En tales casos, al paciente se le prescribe un antibiótico para la tos de amplio espectro. Pero en cualquier caso, después de dicha terapia, es necesario tomar un curso para restaurar la microflora del cuerpo.
Los antibióticos están disponibles en varias formas de dosificación, cada una de las cuales tiene sus inconvenientes y ventajas.
Además, los antibióticos se liberan en forma de supositorios,gotas, aerosoles, ungüentos y linimentos, pero estas formas no están destinadas a tratar la tos. Es importante comprender que los antibióticos son medicamentos bastante potentes con un efecto acumulativo, y sus efectos residuales pueden estar en el cuerpo durante mucho tiempo. Es por eso que deben tomarse solo según lo prescrito por el médico.